ENTRENAR LA HIGIENE POSTURAL EN FAMILIA ES POSIBLE

ENTRENAR LA HIGIENE POSTURAL EN FAMILIA ES POSIBLE

ENTRENAR LA HIGIENE POSTURAL EN FAMILIA ES POSIBLE

¿Mamá o papá, cuántas veces te has dado cuenta de que tienes una “mala” postura?

Son muchos los cambios que vivimos cuando nos abrimos a convertirnos en familia.  La falta de descanso, la inseguiridad, la sobrecarga de trabajo… parece que encima pedir que tengamos una “buena” postura es ya “demasiado para el cuerpo”.  ¿Y sobre todo, de dónde sacamos hueco para trabajarla, si el poco tiempo que nos queda libre es para jugar con nuestros peques?

Comencemos por el principio y vamos a plantearnos: "¿cuál es la “postura correcta”?

Lejos de la estática idea que asocia  “ponerse recta”  con sacar pecho y elevar la barbilla, la postura ideal depende de la constitución de cada persona. Entendemos la postura correcta como la que está fisiológicamente equilibrada, manteniendo una posición equilibrada entre la pelvis, la cabeza y los hombros. Así el gasto de energía para mantener el cuerpo erguido será el mínimo posible, porque el cuerpo puede mantener al esqueleto (huesos y articulaciones) en vertical con el mínimo esfuerzo muscular. Los músculos libres de dicha tensión, se mueven con una libertad y gracilidad, que es imposible sentir si los músculos tienen una excesiva implicación en el mantenimiento de la verticalidad.

Si seguimos más allá, los pies son la base de nuestro cuerpo, por lo que tienen una gran responsabilidad en la estabilidad de nuestra postura.  Si nuestro apoyo en el suelo no es el adecuado, repercutirá en el resto de nuestra postura, generando tensiones musculares en el resto del cuerpo para compensar esa falta de estabilidad en la base. Es muy importante trabajar la consciencia de nuestro apoyo para facilitar una postura más orgánica y económica desde la base.

Otro factor a destacar es desarrollar un equilibrio entre flexibilidad y fuerza. Unas piernas flexibles nos ayudarán a mantener una espalda sana y bien alineada. Por otra parte la musculatura que nos permite mantenernos bien erguidos durante largos periodos de tiempo sin cansarnos ni contracturarnos es la musculatura paravertebral, que está muy próxima a nuestra columna y que como todos los músculos, si se utiliza se fortalece, si no se usa porque continuamente tenemos la espalda apoyada en respaldos y no la activamos, la vamos perdiendo.

 

¿Cómo podemos mejorar nuestra postura desde la base?

  • Los masajes en los pies son ideales, además no tenemos excusa porque es una zona a la que podemos llegar fácilmente para regalarnos un automasaje. (¡Aunque reconozco que los masajes de pies en familia son puro disfrute y diversión!)
  • Caminar descalza. Si es sobre diferentes texturas aún mejor. Por ejemplo, pasear descalza por la orilla de la playa, en el césped, en la tierra…
  • Practicar actividades que fomenten la reeducación postural y un equilibrio en el desarrollo de la flexibilidad y fuerza, como por ejemplo el yoga, el pilates o la danza.
  • Hacer ejercicios o juegos para desarrollar la consciencia corporal es algo divertido que también podemos hacer en familia para comenzar a despertar estos hábitos saludables en los más peques.

Por ejemplo una divertida rutina que nos propone Súper Abuela para entrenar en familia la consciencia corporal es la siguiente:

  1. Nos descalzamos y nos colocamos de pie en el suelo. Vamos a escuchar qué dicen nuestros pies. ¿Tienen frío o calor?  ¿Les gusta estar descalzos?
  2. Estiramos nuestros pies, como si se acabaran de despertar. Primero uno y luego otro.  ¿Cómo bostezarían mis pies? Si están muy dormidos podemos incluso darles un masajito por arriba, por abajo, por delante y por detrás. ¿Qué tal ahora?
  3. Ahora vamos a hacer un experimento: ¿Qué ocurre en nuestro cuerpo si llevamos todo el peso solo a una zona de nuestros pies?  Por ejemplo, si llevamos todo nuestro peso hacia la punta de los pies. Pero si lo llevo hacia los talones… ¿qué cambia? ¿qué partes del cuerpo tienen que trabajar más ahora? ¿Y si apoyamos solo el lateral externo, cómo influye en el resto de mi cuerpo? ¿Y qué cambia cuando apoyo solo el lateral interno de los pies?
  4. Y ahora más difícil todavía, vamos a colocar sobre nuestra coronilla un objeto, como un cojín o peluche pequeño, y vamos a procurar que no se nos caiga. Podemos probar a caminar, sentarnos… ¡Cuanto mejor sea nuestra alineación, más fácil será mantenerlo sobre la cabeza!
  5. Paramos y apoyamos nuestros pies en el suelo estirándolos bien, ¡como si quisiéramos dejar una gran huella. Imaginamos que somos una gran montaña,  que se mantiene firme y serena pase lo que pase.
  6. Ahora ya estamos preparados para cantar y hacer juntos la coreografía de la canción de “La Montaña” de Súper Abuela, ¡apta para todas las edades!
  7. Si nos quedamos con ganas de hacer más yoga con Súper Abuela, podemos practicar el saludo al sol con la canción “Viva la Vida”

La higiene postural es mucho más que una cuestión física. Tiene que ver con una manera de relacionarse con una misma. También nos influye en el estado anímico y en nuestra relación con los demás. Pero este es otro tema en el que podemos profundizar otro día.

Cristina Bermúdez Arbelo

Psicóloga, cocreadora de SuperAbuela